El oncólogo James Wilson, interpretado por Robert Sean Leonard, es uno de los personajes más queridos de la serie House, no en vano la amistad que mantiene con el insoportable doctor le hace valedor de muchas simpatías. Un papel que comenzó siendo pequeño, el confesor del médico en unas cuantas secuencias por episodio a convertirse por propios méritos en cada vez más importante en un show que sigue dominado por la figura central que es House (Hugh Laurie).
Pero, Wilson tiene un buen curriculum a sus espaldas: tres ex mujeres, vive solo, su mejor amigo es House, trata a diario con la muerte y tiene un hermano homeless y esquizofrénico, así lo resume el actor que añade: “es un tipo muy extraño, un tío oscuro”. Comenta que los posters en la pared de su despacho no obedecían a ningún parámetro al principio, pero que después se añadieron los de películas que le gustan como su preferida: Gente corriente de Robert Redford.
La importancia que tomó Wilson según avanzó la serie no entusiasmó al actor. “Cuando leí el piloto, Wilson aparecía en tres secuencias y pensé, “es perfecto”, soy como el botones del show. No soy el tío más ambicioso del mundo. Me gusta interpretar al mejor amigo. Es estupendo ser el líder de una serie durante una semana, pero luego deriva en muchas otras cosas. Me gusta mi papel tal y como es”.
De hecho, está exhausto y cuando acabe House, espera no tener que hacer más televisión. “No en un millón de años”, comenta cuando se le pregunta si se plantea hacer otra serie. “Los Ángeles no tiene alma. Prefiero un trabajo de actor sobre el escenario. Soy bastante vago. En el teatro, sales a escena a las 19.30 y a las once ya estás en casa, lo que es estupendo. Levantarse a las cuatro de la mañana y regresar a las siete y media de la tarde -a menos que seas William Randolph Hearst- es algo exceviso. El día es largo y tedioso para mí, aunque me pagan estupendamente, se me valora y no podría tener un mejor papel”.
Fuente: Telelocura
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